La mayor parte de las películas que vi en la sección oficial de Karlovy Vary siguen un patrón similar: se agarran a personajes marginales y a situaciones exageradamente dramáticas, ofreciendo un exhaustivo catálogo de miserias. Por el festival ha pasado una madre de alquiler que se ve obligada a hacer cine porno para pagar el tratamiento de su hija enferma de cáncer; una chica cuya madre no le da cariño porque prefiere centrarse en la hermana deficiente; un chico con problemas para andar; una niña que debe aprender a vivir tras los abusos de su padre; un hombre que perdió a su hija; una hombre que quiere vengar a su esposa, violada por el vecino…
Parecería que basta con elegir un tema duro para hacer una película. Mi pregunta, a menudo, suele ser: ¿qué aporta el director en todo esto? Tengo la sensación de que algunos realizadores explotan a sus personajes para que estos les hagan todo el trabajo, los meten en el lodo cuando ellos permanecen en la superficie, y no dudan en meter el dedo en la llaga. Esa es su especialidad. Detrás de estos filmes no hay una idea cinematográfica; ni siquiera una exploración profunda de la miseria.
Abundan los filmes sin ideas cinematográficas, tema, tema y solo tema... pasa también en cierta literatura, y en cierto cómic, el viejo y espúreo dilema entre el tema y la forma... generalmente gana el tema.... las ideas están allí, flotando que diría Lynch, listas para ser cogidas, pero cada vez hay menos gente, en cine, que realmente quieras cogerlas.... Jacques Feelies
ResponderEliminarY aún teniendo toda la razón del mundo señorita K, me ha dado morriña el primer párrafo pues bien podría ser el catálogo del Festival de Gijón de años atrás! Algunas, no todas eran miserables, algunas acertaban y estaban llenas de amor y sordidez!
ResponderEliminarVamos, que son la alegría de la huerta estos checos, no? Con razón has vuelto con ganas de ver "Bad Teacher"...
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